miércoles, 3 de febrero de 2010

Capitulo 3.apuestas de amor


-Dani, ¿me estas escuchando?- Gritó enfadada Julia, que estaba sentada en las rodillas de Dani, mientras masticaba su chicle de menta bastamente y de manera ruidosa.

- Sí claro ¿Qué decías, guapa?- Dani, que no la prestaba atención, y no tenía la intención de hacerlo en toda la tarde, fumaba su cigarrillo con lentitud, dejando que el humo se le estancara en la boca y dejando escapar un suspiro de aire por sus finos labios en cada calada. No pensaba en otra cosa que en el cogollo de marihuana que estaba escondido en el cigarrillo, y contaba los segundos que le quedaban para que se le subiera a la cabeza.

De extraña belleza, Julia, que tenía la nariz demasiado larga para tener un buen perfil, miraba a Dani con expresión de desesperación. Vestida con una camiseta no adecuada para su edad, mostraba un escote voluptuoso, que no dejaba nada para la imaginación. El pantalón corto que llevaba puesto, que no ocupaba más que un cinturón, no la protegía del frío que traía consigo la lluvia helada que había caído hace un rato. Su pelo, rubio teñido, lo tenia recogido en un moño un tanto extraño, que terminaba en un tupe adornado con millones de pinzas brillantes y de distintos colores que lo sujetaban. Pintada en exceso, tenía la piel demasiado morena debido al maquillaje y unos ojos negros como el carbón.

- Oye, ¿pero tú de que vas? ¿Te crees que soy tonta o que? Mira, yo no te voy a estar soportando toda la tarde, por muy bueno que estés. Que te aguante otra, que no mereces la pena ¡Entérate, flipao!- Estalló Julia de pronto, saltando de las rodillas de Dani, haciendo que a este se le cayera su preciado cigarrillo, y enfatizando cada palabra con un movimiento de mano un tanto vulgar, mientras masticaba tan drásticamente el chicle, que parecía que lo iba a escupir.

-¡Pero que haces! ¡Mierda! ¡Me has tirado el piti! ¡Joder!,!¿Pero a ti que te pasa?! ¡Como vuelvas a levantarte de esa manera, te arranco la cara de un puñetazo! ¡¿Estamos?!-Gritó Daniel, levantando la mano hacia Julia amenazadoramente, que se refugiaba medio encogida bajo sus débiles brazos, que temblaban de asombro y miedo. Daniel se agachó después a por el cigarro, con expresión de disgusto, mientras Julia se recomponía del susto, se arreglaba la camiseta y movía sus tacones de 7 centímetros fuera del pequeño parque donde se encontraban ella, Dani y sus amigos.

- ¡mierda! Ya no sirve de nada- susurró Daniel mirando su cigarro, dándole vueltas para observar los daños. Lo arrojó al suelo y se sentó en el banco del parque, mientras sacaba un paquete de tabaco para fumarse uno nuevo.

Sus amigos, que habían observado la escena anterior en silencio, lo rompieron con estruendosas risas, mientras hablaban y bromeaban sobre lo ocurrido.

-¿Lo has visto Dani? ¡Te ha plantado cara! ¡¿Pero tú de que vas?!- Imitó uno de ellos, poniendo voz de pito, y moviendo el culo de un lado para otro.
- ¿te tendrás que buscar una sustituta, no Dani?

-¡sí! ¡Una que te dure más de dos días!

-Mi novia me ha contado que hay una chica que esta loca por ti- Dijo Rubén, cuya novia era Rocío, a la que Lucia le contó todo lo que le había dicho Verónica sobre sus sentimientos hacia Daniel.

- ¿y esta buena?

-No lo se, no la he visto- respondió Rubén- lo que si se es que esta enamoradísima, así que tú no puedes salir con ella.

- ¿y por qué no voy a poder?- Preguntó Daniel con su orgullo herido.

Todos se quedaron en silencio. Después, rompieron a reír de nuevo.

-¡¿Que pasa?!- Gritó Daniel irritado.

Más risas.

- Dani tronco, ¡tú no eres capaz de estar con una tía más de tres días!

-¿Y tú que sabes?- Daniel se enfadaba a medida que sus amigos se reían más y más.

Jorge, el mejor amigo de Daniel, se sentó con él en el banco medio destrozado del parque, y mientras sacaba de su abrigo un cigarro, dijo en voz alta:

-Dani nos da un paquete de tabaco a cada uno si no consigue salir con ella más de una semana- Habló con toda la tranquilidad del mundo, dando una larga calada a su cigarro recién encendido.

- ¡eh! ¡Yo no he dicho eso!- Daniel estaba sorprendido “¿que dice este inútil ahora?” pensó.

Jorge se acercó despacio a Daniel y después de dar una nueva calada, le dijo en el oído, aunque de manera audible para el resto del grupo:

- ¿Qué pasa? ¿No te atreves? ¿Tienes miedo?- Soltó el humo que tenia en la boca a medida que hablaba, haciendo que Dani tosiera al respirarlo.

-¡¡Uuuuuuuuooooh!!- se oyó cacarear a los demás como respuesta a la pregunta de Jorge.

- ¡¡Claro que me atrevo subnormal!! ¡Lo que pasa es que sois demasiados para invitaros a cada uno de vosotros a un paquete de tabaco!.

- Si sales con ella mas de dos semanas, no tienes que invitar a nadie.

- ¡¿Pero no era una semana?!

-Una semana es demasiado poco, mejor dos, ¿o acaso tienes miedo?

-¡¡Uuuuuuuuooooh!!- se oyó de nuevo.

- ¡No claro que no!- gritó Daniel enfadado, golpeando a Jorge con el puño

- Entonces decidido- Jorge se levantó con toda naturalidad del banco y se apoyó en el árbol más cercano- ¿Y si vamos a comprar petardos?- Dijo cambiando de tema drásticamente.

Mientras los demás corrían hacia la tienda más cercana, Dani se rodeó las rodillas con las manos, pensando en el lío más grande en el que su mejor amigo le había metido.